Capitalismo de Vigilancia: Cómo convierten tu vida en un producto (y cómo dejar de ser la mercancía)

En este artículo
¿Alguna vez sentiste que tu celular te escucha? ¿Que los anuncios te persiguen por internet? No es paranoia. Es un negocio billonario que funciona así: si no pagás por el producto, el producto sos vos. Te explico el juego para que dejes de jugarlo.

Gmail, Facebook, Instagram, TikTok. Servicios “gratis” que usamos todos los días. Pero en el mundo digital, como en la vida, nada es realmente gratis. Solo que acá, la moneda de cambio no es tu dinero, sino tu vida privada, tus miedos, tus deseos y tu atención.


¿Qué es el Capitalismo de Vigilancia? (La Fábrica de Productos Humanos)

Es el sistema económico donde nuestro comportamiento personal es la materia prima que se extrae, analiza, empaqueta y vende para predecir y modificar lo que haremos.

Pensalo como una fábrica invisible:

  1. Extracción: Google y Meta instalan “caños” (apps, cookies, rastreadores) para extraer tus datos: qué mirás, a dónde vas, con quién hablás, qué comprás.
  2. Fabricación: Esos datos crudos se convierten en “productos humanos”. Un paquete que se llama “Juan, 45 años, interesado en criptomonedas, con tendencia a compras impulsivas”.
  3. Venta: Ese “producto Juan” se vende al mejor postor: empresas que quieren venderle algo, partidos políticos que quieren influir en su voto, estafadores que quieren su dinero.

El eslogan secreto de Silicon Valley no es “No seas malvado”, es “Si no lo estás pagando, no sos el cliente; sos el producto que se vende a los clientes”.


El truco sucio: cómo te convierten en un número

No son solo anuncios. Es mucho más siniestro.

  • Tu Puntuación de Crédito Social Invisible: Así como existe el puntaje crediticio, las big tech crean un “puntuación de riesgo” o “perfil de influenciabilidad” sobre vos. ¿Eras fácil de convencer? ¿Propenso a teorías conspirativas? Eso vale oro.
  • La Ingeniería de la Adicción: Las notificaciones, los “me gusta”, los feeds infinitos no son casualidad. Están diseñados por psicólogos para mantenerte enganchado, porque tu tiempo de pantalla es más datos para extraer.
  • La Burbuja que Te Atrapa: Los algoritmos te muestran solo lo que quieren que veas para mantenerte contento, enfadado o asustado, porque las emociones fuertes generan más interacción (y más datos).

“Pero yo no tengo nada que ocultar” (Y por qué esa idea es un regalo para ellos)

Es la frase que más les gusta escuchar. La respuesta es simple: ¿Dejarías la puerta de tu casa abierta porque “no tenés nada que robar”?

No se trata de ocultar, se trata de proteger lo que es tuyo. Tu identidad, tus conversaciones, tus movimientos, tus intereses más íntimos te pertenecen. Permitir que se los lleven gratis, los vendan y los usen en tu contra sin tu consentimiento es renunciar a un derecho humano fundamental.


Cómo dejar de ser el producto (y recuperar tu control)

No podés destruir el sistema, pero podés dejar de alimentarlo. La solución no es dejar internet, es cambiar de herramientas.

  1. Cambiá el Guardián: Reemplazá Google Search por DuckDuckGo o Startpage. Usá ProtonMail en lugar de Gmail.
  2. Matá al Rastreador: Instalá uBlock Origin en tu navegador. Bloquea las herramientas de extracción de datos.
  3. Recuperá Tus Comunicaciones: Usá Signal o Session en lugar de WhatsApp. Tu familia puede quejarse al principio, hasta que entiendan que es como ponerle una puerta blindada a sus conversaciones.
  4. Revolucioná Tu Búsqueda: La próxima vez que necesites un servicio “gratis”, preguntate: ¿Cómo ganan plata? Si la respuesta no es clara, vos SOS el producto.

Conclusión: La privacidad no es secreto, es Poder

El capitalismo de vigilancia nos convenció de que entregar nuestros datos era el precio por una vida digital moderna. Es una mentira.

La privacidad no es esconder algo turbio. Es el derecho a decidir quién sabe qué de vos. Es la barrera que separa tu identidad de un producto en un estante. Recuperarla no es un acto técnico, es un acto de resistencia. Es elegir dejar de ser la mercancía y volver a ser la persona.

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